Ya van 22 novelas con Charlie Parker como protagonista. ¿Qué se puede decir de nuevo? Poco y, sin embargo, es imposible que no se te vallan los ojos detrás de cada nuevo libro de la serie. A veces tienes la sensación de que esta historia ya la has leído no pero importa y no es verdad, engancha de la misma manera.
Detective de lo sobrenatural. El protagonista tiene todos los rasgos de los detectives clásicos modernos, pensemos en Harry Boch del otro Connolly, Michael: antiguo policía que deja el cuerpo porque no vea que sirvan para descubrir la verdad y aplicar justicia; odia que se abuse de los débiles; está rodeado de una serie de personajes que le ayudan y que viven al margen de la ley. En este caso lo que lo hace especial es su relación con el mundo de lo sobrenatural y el mal. Todas sus novelas mezclan la parte de investigación clásica con elementos sobrenaturales enraizados en uno de los estados de Norteamérica, con mayor número de historias sobrenaturales, Maine. No es de extrañar que Stephen King viva allí. Su caracterización de los personajes, tanto lo débiles como lo malvados, es uno de sus fuertes. Y lo es también el control de la trama que nos engancha y lanza a la explosión de violencia y oscuridad final que nos deja esperando a la nueva entrega. Y así llevamos veinte años.
En este caso la parte detectivesca es la desaparición de un niño de la que todos acusan a su madre, con el consiguiente revuelo mediático y de búsqueda de réditos políticos. Lo sobrenatural es un espacio en el bosque en el que reina un ser del inframundo protegido por una familia y acosado por una horda de ultras cargados de armas. No conviene destripar como las dos tramas se une y como chocan. Aparecen los mismos secundarios inimitables y las torturas sentimentales y espirituales que sufre el protagonista. ¿Quién da más?
JOHN CONNOLLY (2025) MENSAJEROS DE LA OSCURIDAD. Editorial Tusquests.