En un tiempo corto dos historias paralelas pero diferentes enlazan la capacidad de superación a través de la música. En ambos casos el medio no es el talento individual sino la conjunción de los talentos individuales. En ambos casos las situaciones sociales de los miembros de las bandas son complejas. El nivel cultural e intelectual es bajo. En la película es el norte des-industrializado de Francia donde triunfa el racismo y el revanchismo. En la novela el extrarradio de una ciudad aragonesa antes del estallido de la guerra civil. La música y la capacidad de integrarse para crear belleza une y elevan.
Qué te hace llorar al ver una película? Por qué se desata esa incontinencia sentimental ante determinadas historias? No es tan fácil pero cuando llega no hay quien la pare. La mayoría de personas que me acompañaban en el cine se sintieron tocados por esta historia fraternal y musical con contenido social de fondo.
En los últimos tiempos, Francia se ha convertido en un gran exportador de comedias a lo largo de Europa y se puede hablar de género propio. Sus mejores momentos corresponden a la mezcla entre la risa y la conciencia social. Las carcajadas se mezclan con la reflexión y todo se baña de un tono melancólico al que le da amplitud la música de fondo.
Un compositor y director de música clásica descubre que necesita para sobrevivir un trasplante de médula y descubre que tenía un hermano que vive humildemente en una zona en trance de desindustrialización, pero que tiene su mismo talento para la música. La película narra el reconocimiento de ambos en la difícil situación social del pobre y sus aventuras por sacar adelante una banda de música amateur.
El descubrimiento de la verdadera identidad, la sensación de pertenencia y las limitaciones producidas por las diferencias de clase articulan una narración perfectamente medida en la que lo mejor son los personajes. Los principales y los secundarios. Benjamin Labernhe como el hermano rico y afortunado y Pierrre Lottin como el hermano humilde y descontrolado dan un recital de humanidad y sensibilidad. Pero todo el grupo de la banda son un continuo cachondeo y el perfecto contrapunto a la intensidad de los principales. Hay que añadir que la estructura de la historia está perfectamente graduada y todo pasa de forma fluida y lógica.
En la comedia francesa actual hay bastante de análisis costumbrista e historias amorosas, pero en éste la reflexión proviene de la situación social de los personajes pobres y de la tragedia de la deslocalización industrial y la pérdida de la sensación de pertenencia que el tejido industrial y minero daba a los estratos más bajos de la sociedad. La dignidad de los pobres aprendices de músico es la que en mi caso me arrancó más lagrimas y mejores momentos.

La música está en nuestras vidas en cada momento y en cada lugar. Disfrutarla es parte de la experiencia vital de cada uno pero producirla es otra cosa. Tocar un instrumento y llegar a completar una pieza musical es para la gran mayoría de los humanos una quimera. Hacer que un grupo se organice y se conjunte para conseguir terminar una composición, ya es obra de colosos. Pues imaginémonos un pueblo de Aragón que mal vive de la agricultura en los años treinta. Analfabetos funcionales o reales deben aprender a tocar unos instrumentos descacharrados y convertirse en una orquesta que cobre por sus interpretaciones y alegre las fiestas de los pueblos vecinos. Para tan magna obra contratan a un clarinetista que se gana la vida como sastre en un mundo en el que mismo traje que te servía para la boda iba contigo a tu entierro y que tiene el defecto de adorar la música.
Ese el planteamiento argumental de este libro basado en hechos reales. El pueblo es Casetas, un suburbio de Zaragoza en el paso del tren ha desarrollado una población que malvive en esos hogares que le dan nombre. El clarinetista-sastre Mariano Lozano Sesma llegó al pueblo y lo consiguió. El libro es su epopeya por conseguir formar esa banda e integrarse en el pueblo. La narración es muy divertida. Los diferentes personajes y su lenguaje te van atrapando y todos tienen un poco de estereotipo y otro poco de verdad. La mayor parte de la historia es esa batalla felizmente ganada, pero estamos en España en los años treinta y todos deberíamos saber en qué iba acabar aquello y indefectiblemente allí acaba. Para desgracia, o quizás honor, del protagonista, le nombran alcalde y ya sabemos también como acabaron la mayoría de los alcaldes elegidos democráticamente en la República. Toda esa obra de pundonor y sensibilidad se pudre en la oscuridad que vendrá.
El abuelo del escritor era uno de esos músicos improbables que nunca volvió a tocar después de que fusilaran al director y nunca quiso hablar de ello pese a que los llevaba a oír a la banda de Barcelona y movía los dedos en su saxofón imaginario. Este libro es un homenaje a esos valientes. El epílogo en el que repasa la historia de todos lo que allí estuvieron y de sus descendientes unidos por la música es un hermoso colofón.
ANTONIO ITURBE (2024) MUSICA PARA LA OSCURIDAD